Las Agencias de calificación de riesgo, Agencias de clasificación de créditos o Agencias de rating son empresas que, por cuenta de un cliente, califican unos determinados productos financieros o activos ya sean de empresas, estados o gobiernos regionales (estados federados, comunidades autónomas).

Valoración del riesgo

Sus notas o calificaciones valoran el riesgo de impago y el deterioro de la solvencia del emisor. Para ello utilizan modelos econométricos en los que usan distintas variables como la deuda acumulada, la velocidad en devolverla, etc., que les sirven para valorar el potencial económico del sujeto analizado. Es decir, estos datos informan, por ejemplo, de si una inversión en un determinado producto financiero (letras del tesoro, bonos, acciones, etc) es arriesgada, analizando la posibilidad de que el inversor cobre los intereses y de que recupere el dinero una vez vencido el producto.

Empresas de rating

Empresas principales de rating

A nivel internacional, el sector funciona casi como un oligopolio controlado por tres grandes compañías neoyorquinas que dominan aproximadamente el 90% del mercado. Aunque cada una tiene su propio sistema de calificaciones, éstos son muy similares.

Empresas secundarias de rating

Descrédito de las agencias

Desde el inicio de la crisis económica de 2008, que ninguna de las grandes agencias supo adelantar, están muy desacreditadas. Y es que estas agencias han demostrado sus carencias en crisis como la de Enron y en los primeros estadios de la actual, en donde Lehman Brothers tenía una buena calificación justo antes de su debacle.
Dominique Strauss Kahn, director del Fondo Monetario Internacional, dijo en abril de 2010 que «las agencias de rating no siempre aciertan. La gente les cree y por eso tienen influencia a corto plazo, pero a largo plazo lo que predominan son otros factores». La Comisión Europea, a raíz de la crisis económica de Grecia en 2010 dio un toque de atención a estas empresas al pedir "que actúen responsablemente y con rigor, sobre todo en momentos tan sensibles y difíciles como los presentes". La Unión Europea quiere reglamentar el funcionamiento de las agencias para que estén bajo su supervisión y no descarta la creación de una agencia pública europea. El 29 de septiembre de 2010, el FMI acusó de contribuir "involuntariamente" a la inestabilidad financiera por los usos y abusos de agencias soberanas de calificación de riesgo (ACR) como Fitch, Moody's y Standard & Poor's.
El profesor García Montalvo de la Universidad Pompeu Fabra aclara que "si la agencia pone una calificación a tus activos que no te convence, puedes no pagar, así que les interesa poner AAA porque si no el cliente podría irse". Y añade:
"antes estas agencias tenían los incentivos correctos porque sus clientes eran los inversores y la agencia debía decirles la verdad. El problema [ahora] es que nadie sabe el modelo que utilizan para calcular [la solvencia]; cobran por hacerlo, pero no te dicen sus variables. Lo que sí sabemos es que en los últimos siete años no han modificados sus modelos y estos tenían fallos".

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