Consejos fundamentales para sobrevivir en el difícil arte de manejar nuestras inversiones personales

1 En el largo plazo, la mayor amenaza a su inversión es el efecto de la inflación
Los mercados de acciones pueden sufrir grandes disminuciones en el corto y mediano plazo, sin embargo, los mercados siempre rebotaron después de una caída e inclusive llegaron a nuevos máximos. En contraste, la inflación, que históricamente absorbe un 3 por ciento de su capital en forma anual, muy rara vez le devuelve lo que le quita. Es por eso que es muy importante, que los fondos destinados a su retiro o jubilación, estén invertidos en instrumentos con los mejores rendimientos en el largo plazo.

2 Los Bonos del Tesoro Americano son el instrumento más seguro que un inversor puede encontrar

Todo el mundo está de acuerdo con que las probabilidades de que el Gobierno americano declarare el Default de sus bonos es casi inexistente. En parte porque la economía americana históricamente siempre fue muy fuerte, y en parte porque el gobierno americano siempre puede utilizar el recurso de imprimir dinero si lo necesitase (un país como la Argentina entra en Default porque tiene una alta deuda en dólares, pero su maquinita produce pesos). Como resultado de esto, los Bonos emitidos por el Estado Americano son considerados libres de riesgo. Por lo tanto, la tasa de interés que otorgan estos bonos son las más bajas del mercado. Esto es una simplificación de la realidad, ya que los bonos emitidos por otros países desarrollados también tienen altísima seguridad. Japón, Suiza o Alemania también emiten bonos y hasta con tasas de interés menores a la norteamericana. Pero por convención se toma al bono norteamericano como referencia.

3 En el largo plazo, las acciones han tenido mejores rendimientos que otras inversiones
Esta afirmación aplica para el caso de los mercados desarrollados como Estados Unidos. Desde 1926 hasta el año 2001, el mercado de las acciones norteamericano tuvo un rendimiento promedio anual del 10.7%. El segmento del mercado financiero que lo escoltó, en cuanto al rendimiento, fue el de los bonos, que rindió un 5.3 % promedio anual. En países en desarrollo estos cálculos son muy difíciles de obtener y puede no cumplirse esta afirmación.

4 En el corto plazo, las acciones pueden ser muy peligrosas para su salud financiera
Esto es igual para todos los países del mundo. Veamos el ejemplo norteamericano. Si usted piensa que la caída del Índice Dow Jones de 554 puntos del 28 de octubre de 1997 fue dura, considere la caída de 508 puntos ocurrida diez años atrás, el 19 de octubre de 1987. La caída de 1997 fue de sólo un 7.2 por ciento, mientras que el crash de 1987, la peor caída en un día en la historia de los mercados, la baja fue del 22.6 por ciento. En el periodo de cinco meses que comenzó el 29 de junio de 2001 y terminó el 30 de noviembre de 2001 el índice Merval de Buenos Aires bajó un 50%.

5 El mayor determinante unitario del precio de las acciones son las ganancias

En el corto plazo, el precio de las acciones fluctúa en función a muchas variables. Desde la tasa de interés de mercado hasta el sentimiento de los inversores sobre el tiempo. Pero en el largo plazo, lo que importan son las ganancias de las empresas. Si las ganancias de una acción suben constantemente a lo largo de diez años, también lo hará el precio de la acción.

6 Las inversiones de riesgo generalmente pagan más que las inversiones más seguras

Los inversores demandan una tasa de retorno más alta al tomar mayores riesgos. Esa es una de las razones por las que las acciones, que son vistas como más riesgosas que los bonos, tienden a dar mayores retornos que los bonos. También explica por qué los bonos de largo plazo pagan más que los de corto plazo. Cuanto mayor sea el plazo que el inversor debe esperar para lograr el pago final del bono, mayor será la probabilidad de que alguien intervenga para disminuir el valor de la inversión.

7 Un mal año para los bonos resulta insignificante en comparación con un mal año para las acciones
Veamos algunos ejemplos del mercado norteamericano. En el año 1994, el peor año de los bonos en la historia reciente, los bonos del Tesoro Americano de plazo intermedio bajaron el 1.8 por ciento, y al año siguiente rebotaron un 14.4 por ciento. En comparación, en el crash de 1973-74, el Índice Dow Jones Industrial cayó el 44 por ciento. Tardó en recuperar esa pérdida tres años y recién llegó a los máximos de la época en diez años.

8 El alza de la tasa de interés es mala para los bonos

Cuando la tasa de interés sube, el precio de los bonos baja. ¿Por qué? Porque un comprador de bonos no pagará el mismo precio por un bono antiguo que otorga una tasa del 8 por ciento, que por otro bono, recién emitido, que paga una tasa del 10 por ciento o más. Y viceversa, cuando la tasa de interés baja, el precio de los bonos subirá. Y este efecto es más fuerte a medida que los bonos tienen vencimientos finales más largos. Esto significa, que los bonos de largo plazo, sufren mayores pérdidas en sus precios, que los bonos de corto plazo, cuando la tasa de interés sube, y tienen mayores ganancias cuando las tasas bajan.

9 Una cartera de inversiones bien diversificada es menos riesgosa que una cartera concentrada en unas pocas inversiones
Diversificar es distribuir su dinero en distintas clases de inversiones. Esto disminuye el riesgo total de su inversión, ya que si bien una clase de inversión puede bajar, las otras pueden subir (o en todo caso, bajar menos). De esta forma, la evolución de su inversión tendrá un camino mucho más estable y menos volátil. La diversificación entre inversiones que tienen correlación negativa (cuando una baja, la otra sube) permite una distribución de riesgos aun más eficiente.

10 Cuando la economía de un país sufre un colapso muy pronunciado, todas las inversiones radicadas en ese país tienen problemas.

La diversificación de las inversiones puede disminuir los riesgos de una inversión. Pero si todas las inversiones están radicadas en un mismo país, la protección puede no ser muy eficiente. Por ejemplo, con el colapso de la economía argentina, la gran mayoría de las inversiones financieras y reales del país sufrieron bajas en sus precios (acciones, bonos, arte, inmuebles, plazos fijos, etc.). Otro ejemplo, si usted tiene todas sus inversiones en Estados Unidos en dólares, durante los últimos dos años hubiera perdido un 30% de poder adquisitivo por la depreciación del dólar. No sólo diversifique por clase de inversiones, también diversifique por monedas y por país.

Autor: Federico Tesore. Director de Inversor Global
Fuente: emprendedoresnews

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