Nuestros valores reflejan lo que nos importa, lo que tiene sentido.

Nuestros puntos fuertes reflejan nuestros talentos (capacidades innatas) y habilidades (competencias adquiridas).

Los esfuerzos que se alinean con nuestros valores y puntos fuertes nos dan energía: son psicológicamente edificantes.

Los esfuerzos que no se alinean con nuestros valores y puntos fuertes minan nuestra energía: nos hacen psicológicamente invisibles.

Las personas muy productivas son aquellas que invierten buena parte de su esfuerzo y tiempo de forma alineada con sus valores y puntos fuertes. Su energía y esfuerzo generan más energía y esfuerzo.

Los desórdenes de la energía psicológica – la pereza, el dejarlo todo para luego – provienen menos de un conflicto interno que de una falta de alineación con respecto a nuestros valores y puntos fuertes.

Si no es usted muy productivo o no tiene éxito en su profesión, probablemente no esté aprovechando sus valores y puntos fuertes.

Si opera aprovechando sus valores y puntos fuertes, es más probable que tenga éxito y sea productivo.

Las relaciones tienen más probabilidades de funcionar si se basan en nuestros valores y puntos fuertes. Estas relaciones dan energía.

Fuente: Cárpatos

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