Uno no gana resistencia ganando, sino que se vuelve resistente perdiendo – y viendo lo que puede aprender de esas pérdidas (y de superarlas).
Una forma de resistencia emocional es la persistencia: la capacidad de aferrarse a una buena idea, incluso cuando le salta el stop. Aceptar que le salte un stop cuando el mercado se mueve en su contra es una señal de disciplina y forma parte de operar bien. Pero a veces nos salta el stop y la idea subyacente de la operación sigue siendo válida.
Eso ocurre más a menudo cuando los mercados tocan niveles de resistencia o soporte obvios, haciendo saltar los stops que hay allí a menudo, tan sólo para volver a su rango de trading anterior. Un ejemplo de esto ocurrió recientemente, cuando las acciones bajaron tras las noticias negativas sobre Dubái. Perforamos el soporte en torno a los 1084 en el ES, tan sólo para volver rápidamente a situarnos sobre ese nivel. Los que estaban largos y les salto el stop hicieron bien en ser persistentes y en volver a entrar, ya que a continuación volvimos a alcanzar nuevos máximos.
La persistencia es distinta de simplemente ser cabezota y aferrarse a una opinión equivocada. Más bien, la persistencia quiere decir que no abandona una idea si el movimiento del mercado vuelve a confirmar su visión.
Es fácil que le salte el stop cuando los programas de compra y venta van a la caza de stops. Pero en esas ocasiones, eso no quiere decir necesariamente que la situación fundamental de oferta y demanda en el mercado haya cambiado. El trader resistente permite que le salte el stop, pero observa lo que ocurre a continuación. Tan sólo porque haya perdido su posición no quiere necesariamente que deba perder su visión.
Fuente: Cárpatos