Vuelvo a retomar el tema de los stop-trailing a raíz de un par de emails que he recibido.
El stop loss es una orden de venta que obliga a vender si las cotizaciones bajan y se pierde un nivel prefijado, de forma que se evitan pérdidas mayores cuando la cotización se desploma desde dicho nivel. Se coloca en los niveles de soporte, en las directrices alcistas o en los niveles psicológicos (por ejemplo precios acabados en ceros). Una variante muy útil del stop loss, es el llamado stop loss dinámico.
El stop loss dinámico comparte con el stop loss la finalidad de vender cuando se pierde el nivel prefijado, pero la lógica de uso es diferente. El stop loss dinámico se usa en subidas prolongadas de las cotizaciones que aconsejan, por prudencia, vender para materializar las plusvalías conseguidas. En estas circunstancias, si se vende en un momento determinado, es posible que la curva de cotizaciones siga su camino alcista durante semanas, y entonces se habrá perdido una parte considerable del movimiento alcista. Para evitar esta situación, se coloca un stop loss en la cotización de cierre de un par de sesiones anteriores, el stop loss sube con las cotizaciones (por eso se llama stop loss dinámico), pero siempre un par de sesiones retrasado, y
cuando finaliza el alza, y empieza el descenso, solo se pierde las alzas de los dos últimos días de subida.