Cuando los rangos de trading son limitados, la cantidad que pueden sacar los traders de cualquier mercado estará limitada. Esto hace que la ejecución – la capacidad de obtener buenos precios que maximicen la recompensa en relación al riesgo – sea especialmente importante en los mercados revueltos.

Defino el trading reactivo como trading que es impulsivo, a menudo iniciado por el miedo a perderse un movimiento que parece estar comenzando. En vez de guiarse por una valoración de hacia dónde es probable que se mueva el mercado, el trader se sube a bordo de movimientos que parece que están cobrando fuerza. Casi siempre, esos movimientos se dan la vuelta, dejando la operación en números rojos y al trader frustrado.

Éste es uno de los motivos por los que me gusta comenzar las operaciones por los objetivos de beneficios, no por los patrones de entrada. Uno monta una empresa sólo si ve un potencial de beneficios considerable: si la perspectiva global no es la correcta para un emprendedor, no vale la pena montar la empresa. Cada operación es una nueva empresa en miniatura: comienza con la identificación de un potencial de ganancia significativo. Sólo entonces decide el emprendedor/trader cómo proceder para limitar los gastos y maximizar el beneficio.

En un mercado lateral, especialmente en un mercado lento, es necesario templar nuestras expectativas. Por la mañana, cuando el mercado está en un rango, busco ver si es más probable que superemos el máximo o el mínimo de por la noche; el máximo o el mínimo de ayer; el nivel R1 o S1, etc. El volumen relativo nos ayuda a entender cuánta participación hay en el mercado, lo que nos será útil como guía para ver cuánto más es probable que nos movamos.
Las mediciones del sentimiento intradía, tal y como el TICK de la NYSE y la Delta acumulada del mercado, nos darán una orientación importante de la direccionalidad más probable del movimiento.

Junto con los objetivos de beneficios, nuestras previsiones de volatilidad y direccionalidad nos ayudarán a formular operaciones proactivas en las que esperemos a las correcciones de la dirección esperada del movimiento para entrar en previsión del movimiento a nuestros objetivos. Al definir los niveles de precios y/o indicadores en los que nuestra idea está claramente equivocada y al asignar un tamaño inicial a la posición que sea sólo una parte nuestro poder de compra disponible, definimos y controlamos el riesgo, incluso mientras perseguimos los beneficios con un espíritu empresarial.

La operativa discrecional no tiene por qué ser trading reactivo. Un buen emprendedor deja pasar muchas ideas de negocio antes de decidirse por una oportunidad empresarial específica. Con el trading debería ocurrir lo mismo. Si es un trader en desarrollo, los vínculos en este artículo le ayudarán a comenzar.

Traducido del original: Proactive and Reactive Trading

Fuente: Cárpatos














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