Para comenzar este tema, volvamos al artículo sobre cómo el drama crea el trauma: al asignar a las posiciones un tamaño mucho mayor de lo normal, generamos unas grandes oscilaciones en nuestros beneficios y pérdidas en dólares, lo que a menudo se traduce en grandes oscilaciones emocionales – y el subsiguiente daño emocional.
Si hay algo más frustrante que equivocarse en los mercados es tener razón y a continuación no participar en esos movimientos. 

A menudo esto ocurre porque, en nuestro intento de maximizar las ganancias, asignamos un tamaño tan grande a nuestras posiciones que somos incapaces de asumir las correcciones normales cuando el mercado se mueve temporalmente en nuestra contra.
Un gran ejemplo me ocurrió un viernes. Estaba corto desde última hora del jueves y observé cómo el mercado se movía en mi contra por la noche y después lo hacía fuertemente tras el informe de ventas de viviendas el viernes por la mañana. Puesto que había asignado un tamaño moderado a la posición pude soportar la corrección, porque vi que no estábamos rompiendo por encima del rango lateral de varios días. Y si hubiésemos perforado al alza ese rango, la pérdida no habría arruinado mi semana. 

Si hubiese asignado a la posición un tamaño mucho mayor, es mucho más probable que hubiese abandonado una buena operación. Cuando opero con un tamaño razonable, estoy dispuesto a arriesgar 5-10 puntos del ES para ganar 10-20 o más. Cuando me apalanco al máximo, comienzo a traducir esos 5-10 puntos a dólares – y eso me lleva a tomar decisiones por miedo, de forma reactiva.
El propósito de los objetivos de beneficios que publico cada mañana antes de la apertura del mercado vía Twitter (subscríbase aquí) es proporcionar una medida relativa del movimiento de mercado probable. Cuando veo una fuerte presión vendedora (TICK de la NYSE negativo; mucho volumen golpeando el bid en Market Delta) con un volumen relativo mayor, formulo la hipótesis de que probablemente alcancemos el nivel de precios S3. Mi cometido en ese punto es simplemente aguantar en la operación, asegurarme de que las dinámicas del mercado no cambian significativamente y formular una salida basada en el comportamiento del mercado una vez que se alcancen mis niveles.
Si estoy procesando cuánto estoy perdiendo (sobre el papel) en cada corrección en contra de la tendencia, nunca aguantaré el dolor de ir ganando ni conseguiré la recompensa que justifique mi riesgo. 

La capacidad de aguantar en una operación está muy infravalorada. Tendemos a centrarnos en las entradas, salidas y en la próxima operación, y en la próxima – constantemente buscando qué hacer. A veces, no obstante, la estrategia más rentable es no hacer nada y simplemente permitir que sus operaciones se desarrollen. Eso requiere una moderación del tamaño/riesgo – y una especie de paz interior y satisfacción con las posiciones en las que está y en las apuestas que realiza. 

Traducido del original: The Psychology of Position Sizing

Fuente: Cárpatos

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