Como alguien que trabaja con traders en una variedad de entornos, he aprendido a estar atento a cómo se hablan a sí mismos: cómo procesan los mercados y especialmente su propio rendimiento. No experimentamos el mundo directamente; más bien, interpretamos los acontecimientos de forma activa y reaccionamos a estas interpretaciones. Nuestro diálogo interno – cómo reflexionamos sobre los acontecimientos en nuestras vidas – es el producto de este proceso interpretativo.


Nuestro diálogo interno, al igual que nuestro comportamiento, tiende a tener patrones. Los patrones de diálogo interno negativo se han asociado con la depresión; la preocupación es común en los problemas de ansiedad. Los traders, como grupo, son un grupo muy orientado hacia el éxito. No aceptan las pérdidas fácilmente. Muy a menudo, su diálogo interno refleja su intolerancia con sus defectos.

Esta intolerancia se manifiesta cuestionando a posteriori sus decisiones de trading; el lema del pensamiento del trader es “debería haber…”: debería haber tomado beneficios antes; debería haber entrado en la posición antes; debería haber operado con más contratos; debería haber operado con menos contratos. Cada “debería haber” es una auto-crítica implícita. A lo largo del tiempo, estas críticas a posteriori no son parte de un proceso constructivo de solución de problemas. Más bien, es una expresión de la frustración.
Cuando reviso las entradas en los diarios de muchos traders, leo un “debería haber” tras otro. Irónicamente, estos traders nunca querrían que otros les criticasen: verían los “deberías haber” como torear desde la barrera. Motivados por el perfeccionismo, no obstante, podemos infravalorar nuestro propio juicio y perder la vista de nuestros aciertos.

¿Cómo interpreta usted sus resultados de trading? ¿Cuál es el tono de su diálogo interno? ¿Es un tono que fomenta la motivación y la confianza o uno que las destruye? Buena parte del éxito en el trading depende de la interpretación de patrones. Todo eso peligra, no obstante, si no podemos interpretar adecuadamente los resultados de nuestras propias decisiones.

Traducido del original: Second-Guessing: The Should-Have Syndrome

Fuente: Cárpatos

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